lunes, 31 de diciembre de 2012

Supervivencia para el año nuevo

A escasos minutos del nuevo año, y aquí sigo, en la gruta infernal, quisiera pensar que todo va a cambiar en este poco tiempo que queda, que voy a poder salir de ella, pero está claro que a estas alturas y a tan escaso tiempo de terminar el año, ya al menos, en este que termina, es imposible...

Podría desear lo que siempre se desea en estos casos: Paz, amor, salud... en fin, los clásicos, y es que no quiera desearlos, los deseo con todas mis fuerzas a todas y cada una de las personas que conozco, que no les pase nada malo, que los que no tienen trabajo encuentren, que las faltas de dinero sea resueltas, pero lo único para mi que voy a pedir es seguir sobreviviendo, no voy a intentar cambiar al mundo, ni a las circunstancias, sólo, y simplemente, sobrevivir.

martes, 25 de diciembre de 2012

Tiempo de paz

Han llegado las navidades, y se supone que con ellas, tiempo de paz y de descanso, reunión y familia, amor y tranquilidad... No sé si reuniré todos los requisitos para estas fiestas, de si, ahora que finaliza el año y me pongo a pensar, habré cumplido o no todos mis objetivos y promesas que el año pasado me hice, aunque puede que la memoria me juegue malas pasadas, porque no recuerdo ninguno.

Otros 365 días están a punto de terminar de pasar ante mis ojos, los cuáles, ya parece que se han cansado de llorar tanto, y poco a poco van vislumbrado algo más que la oscura cueva en la que se condenaron a vivir en los últimos tiempos, aunque todavía tengo miedo de salir fuera de ella, no quiero mudarme aún, pues creo que al mínimo contratiempo voy a sentirme en un abismo del que no podré evitar la caída, y en ese momento, entonces, será imposible volver atrás... Daré pequeños paseos viendo como baten las olas, y al rato regresaré a la paz de mi oscuridad; puede sonar egoísta, pero es lo que en estos momentos más necesita mi alma, que a paso de tortuga, va reconstruyéndose.

No quiero volver a caer en el agujero del dolor, sí, sé que puede esperarme mucho dolor en el año que entra, al igual que cualquier persona, pero quiero estar preparada, forjar una armadura un poco más fuerte... En algún momento desearé volver a soñar, pero con la certeza que sólo serán pensamientos en mi cabeza que no saldrán de su ósea caja... Quizás quiera de nuevo ver algo bueno en el ser humano, pero sabiendo de antemano que al igual que existen pequeños gestos que llegan al alma, otros más malvados e insignificantes pueden atravesarla, con lo cual, ver sin confiar...

¿Volver a amar? Lo dudo mucho, le he dado unas largas vacaciones a mi corazón, quería desterrarlo, pero tampoco tiene culpa de muchas cosas que con la cabeza le he ordenado ni que sea tan fuerte cuando le dejo hacer lo que quiere, así es y no voy a cambiarlo, así que por ahora, le voy a dar este tiempo de paz, no quiero sentir nada, por muy egoísta que suene, sólo quiero, aprovechar que son fechas para recapacitar, darme un tiempo de paz.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Vendo corazón

Cada vez que intento olvidarte, vuelves a mi mente golpeando con tus palabras, y otra vez, vuelvo a sentirme idiota, creyendo y luchando a la vez, pero no soy lo suficientemente fuerte, y vuelvo a llorar, a mirarme en el espejo, y ver ese estúpido reflejo que se ríe de mi, soy y no soy yo, veo una cara fea, una melena totalmente despeinada, unos ojos inyectados en sangre y muy inflamados, manando ríos y ríos de saladas lágrimas que dejan las mejillas empapadas... Bajo todo eso parece que estoy, pero no soy la misma.

Todavía sigues atormentándome, en silencio y sin estar, pero tus palabras alimentan todavía a mi ser, pero lo mínimo, manteniéndome sin fuerzas, nublando mi vista, envolviéndome en una oscura capa que me aísla de todo... Lo poco que ha quedado de ti es como el veneno, que con sólo un par de gotas, una vez que entra en el cuerpo, es mortal.

Definitivamente vendo mi corazón, no sé si servirá de mucho con lo gastado y apaleado que está, quizás le sirva a alguien para darle de comer a su perro, o para intentar ponerle algunos parches e inflarlo como un globo y ponerlo a volar, de un lado a otro, o lo deje suelto para que vaya vagando libre como un pájaro herido.

No haré un cartel muy grande, pues creo que en vez de venderlo voy a donarlo, lo único que voy a pedir a cambio es no volver a sentir, y que recoja esos restos inútiles quien quiera, ya me da igual que sea buena o mala persona, sólo quiero que lo quiten de mi vista y no volver a sentir más... A lo mejor lo recoge alguien que lo deja en su casa en una esquina olvidado, o quizás un niño que lo utiliza como cebo para cazar cosas, o quizás.... no, no creo... quizás... alguien que sepa arreglarlo para que sepa de nuevo como latir...


lunes, 26 de noviembre de 2012

Mentiras

Mire a donde mire sólo veo mentiras, cada suspiro que recuerdo tuyo sé que no fue verdadero, y tus palabras, que en su momento sonaron honestas, no eran más que un engaño cruel... ¿Pensabas que nunca llevaría a saber? ¡Ay que inocentes los dos! yo por creerme tus palabras, y tú por creer que siempre me las creería...

Ya no veo verdad en ningún rostro, intento buscar alguna mirada que me inspire esa confianza robada, pero sólo veo miradas oscuras, llenas de tinieblas y terror, pues saber ahora que el halo de luz que me habías ofrecido no era más que una horrible telaraña en la que me quedé atrapada, hilando dulces palabras que sólo eran embustes, que pensándolo ahora, no tenían sentido, ¿pero qué iba a saber en esos momentos? 

Me siento humillada, tirada como la colilla de un cigarrillo que ya no tiene más nicotina que aportar, dándolo todo y no recibiendo nada salvo cuchillos de crueles mentiras, ¿si desde un principio nada fue verdad por qué comenzaste? ¿Alguna vez tuviste consideración conmigo o simplemente fui el juguete del que te cansaste o sabías que nunca llegarías a quedarte?

No puedo intentar sentirme bien contigo, no puedo ni siquiera sacar esta rabia y lanzártela a la cara, seguro que tengo la mala sangre de poder idear algo para que sufras, devolverte cada mentira con tanta maldad que seguro que nunca más se te ocurriría inventarte historias, seré la bruja que has creado, pero veo que sería igual o peor que tú, y te he acabado odiando tanto, que me odiaría a mi misma, y ahora no es el momento de sentirme mal conmigo misma...

Sí, me siento mal, pero como he dicho, no es el momento, ahora debo quererme, valorar lo que tu no has querido ni siquiera intentar conocer, sólo has querido a la incrédula persona que conociste, pero que has transformado en un ser horrible para ti, cada lágrima derramada me dará más fuerza para seguir sin tus excusas, no las olvidaré, vivirán conmigo por si te vuelves a cruzar en mi vida, saber qué hacer, y es que no vuelvas a intentar destrozar a mi alma...



miércoles, 21 de noviembre de 2012

De nuevo me he atrevido a soñar...

De nuevo me he atrevido a soñar, cerré los ojos y me atreví a sentir, y como viene siendo costumbre, el despertar me arranca las ilusiones y me devuelve a la fría realidad... parece que la suerte no está de mi parte, y le gusta jugar con mi alma dentro de mi corazón, se ha quedado a vivir en mi cerebro, bombardeándolo con estúpidas frases de apoyo y ánimo, pero después, cuando algún célula tonta decide bajar la guardia y comenzar a creer en lo que dice, la tortura sin piedad, haciéndola sufrir y llorar por creerse todo lo que le había dicho, hasta que consigue hacerla cada vez más pequeña, arrancándola de su sitio y mareándola por toda mi sangre...

De nuevo me he atrevido a soñar, a creer que volvía a ver la luz y unos brazos me daban calor, pero de nuevo, he vuelto a despertar, y sólo era la manta la que me daba calor, está claro que ese es mi destino, liarme en un trozo de tela, más gordo o más fino, y pasar así el invierno, aunque si sigo así, la manta me servirá hasta en verano. Salgo a la calle para intentar no pensar, pero sólo veo abrazos por todas partes, y mis brazos helados se resienten ¿Por qué nadie me da un abrazo?

De nuevo me he atrevido a soñar, a creer que me querían, que yo volvía a querer, que podía compartir de nuevo horas de risa, ver soñar a alguien, sentir una caricia... pero no, otra vez el despertar me trae a la realidad, a ese vacío hueco que nadie desea ocupar, veo mi imagen en un lejano espejo, pero apenas me reconozco, sólo hay ojeras y lágrimas, junto con unos ojos tristes en los que juguetea esa maldita suerte, la puedo ver perfectamente en mis pupilas diciéndome "eres tonta por haberte atrevido de nuevo a soñar"


domingo, 18 de noviembre de 2012

La reina del hielo

El invierno se hace presente, con sus cortas horas de luz, su gélido aliento bailando entre las desnudas ramas de los árboles, y sus lluviosos días que acompasan el ruido del crujir de la leña con las gotas golpeando los cristales... El frío va lentamente haciéndose más fuerte a medida que pasan los días, congelando el ambiente, e incluso blanqueando el paisaje en una helada y extraña estampa. Lamentablemente, el frío llegó a mi hace mucho tiempo, cuando todavía el sol resplandecía y calentaba, mi corazón ya se encontraba helado, y ahora que ha llegado el invierno, tiene hasta varias capas de nieve sobre él, enterrándolo en una montaña de la que espero no salga jamás...

¿Será eso lo mejor? convertirme en la dama blanca, en la reina del hielo, deseando no volver a sentir, congelando todo a mi paso, e intentando congelar el pasado de tal manera, que de un simple golpe pueda romperlo y olvidarlo... ¡Ay, eso es lo malo! si congelo mis recuerdos se hacen más fuertes y dolorosos, pues el hielo también sabe cortar y hacer daño como los cuchillos. Pero de todas formas, ya no importa, pues yo misma estoy helada, da igual que me siente al lado de la chimenea liada en una manta, pues hasta mis lágrimas ya manan como pequeños diamantes incapaces de correr por mis mejillas.

¿Por qué ha querido el invierno venirse a vivir conmigo? Parece que le ha gustado mi cuerpo, puede que sea perfecta, tengo tantas grietas por dentro que seguramente se encuentre de maravilla campando a sus anchas por mi interior, incluso le sobrará sitio, y a veces se aburrirá tanto que le gusta jugar con mi cabeza, mi corazón y mi alma, torturándolos con sus afilados dedos y después huyendo y escondiéndose, dejando por todo el organismo su señal en mi sangre que corre congelada.

¿Será mi única salida? Tendré que aprender a ser así, la reina del hielo, la dama blanca, que vaga por el bosque sin rumbo ni destino, arrastrando su pasado, llorando su presente, y temiendo que su futuro sólo sea un camino de blanca nieve...


domingo, 11 de noviembre de 2012

Esperando a la nada

Esperar, no me queda otra, parece una postura débil e inútil, pero es lo único que me apetece hacer: Liarme en una manta, mirar al más allá a ratos, y llorar cuando quiera, sentir los codos sobre las piernas y tapar mi cara una y otra vez... no quiero mirar ni que me miren, no quiero salir ni ver la luz, sólo estar liada en mi pequeña burbuja, que no es muy grande ni fuerte, pero es de lo único que confío ahora mismo. 

Intento buscar la luna a través de las lágrimas, haber si ella me da algún consuelo, pero parece ocultarse entre las nubes y la tormenta, creo que llora conmigo, también se sentirá sola allí arriba, sin nadie que la coja entre sus brazos, y preferirá ocultarse, por eso manda sus lágrimas en modo de lluvia...

¿Qué puedo hacer salvo llorar? Lo he intentado todo, he luchado hasta el final, y sin saber por qué me han derrotado; mientras más lo pienso para ver dónde ha estado el error, menos consigo aclarar las cosas, y sólo quiero liarme más en mi manta, en mi burbuja, y seguir llorando...


viernes, 9 de noviembre de 2012

Cueva...

Ya está, no cabe duda, estoy dentro de la cueva, ya no tengo salida, aunque sinceramente, dudo que ahora mismo quiera encontrarla, la luz del sol me daña la vista, mis pupilas están ya demasiado acostumbradas a las lágrimas, que la claridad hace que se me cierren los ojos, pero para ver lo que hay que ver...

Sabía que no podía permanecer fuera de mi cueva demasiado tiempo, he intentando salir, caminar por la playa cercana y disfrutar de ella, incluso creía que el tacto de la arena calmaba mis sentidos y el oído del mar apaciguaba mi alma... pero todo ha sido inútil, con tantos sonidos sólo intentaba silenciar lo que lamentablemente gritaba dentro de mi, esa cruel realidad tarde o temprano iba a aparecer, diciéndome lo que ya sabía, que las cosas no iban a cambiar, los cuentos no están escritos para mí, da igual que los pida sólo para entretenerme, no hay quien me los lea, esa es la verdadera historia: Hay cuentos sin trovadores, sentimientos sin corazón que los reciba, un alma de nuevo engañada y una vida solitaria.

Puede que mi cueva no sea muy grande, pero tiene justo lo que necesito, oscuridad para desahogarme, para llorar, para ver como no puedo ilusionarme, y rendirme tras intentar luchar por lo imposible, podré curar mis heridas, que tardarán siglos en dejar de sangrar, y prometerme que jamás volveré a confiar en lo que haya fuera.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Cristales de problemas

Si cuando una cosa sale mal, parece que todas las demás cosas que podrían estropearse se reúnen y deciden ponerse todas mal, explotando sobre mi espalda como una cruel bomba, apretando mi pecho contra el suelo como si tuviera encima la roca más pesada, que en estos momentos, soy incapaz de levantar... 

Podría intentar ir picándola poco a poco, haber si se desmenuza y así consigo liberarme, pero no hay manera, es demasiado sólida, y los restos que ha dejado tras la explosión noto como, lentamente, se están incrustando en mí... A duras penas consigo quitármela, pero aún así, sigo notando su abrumador peso, y ya no hay manera de quitar los trozos de cada una de las esperanzas que tenía, se han enterrado bajo mi piel, avanzando con la sutileza de la mentira más dulce, rasgando mi interior, doliéndome la poca alma que todavía conservaba, y que ahora, definitivamente parece que quiere abandonarme y ser sólo mi sombra, mirarme desde el suelo, arrastrarse entre los cristales, y mientras sufre recordarme que ya sabía que todo esto iba a pasar...

Voy andando poco a poco, es mi castigo ver como me meto en una oscura gruta, alejada de todo, sin nada a cuestas salvo el peso de los problemas... a medida que avanzo, hay más cristales a mis pies, es una alfombra de afiladas puntas que parece no tener fin, haciendo que lo que antes era transparente, ahora se quede marcado un pequeño camino de sangre, que da igual lo minúsculas que sean las gotas, cada una es un reflejo de dolor, brillante a la luz, pero invisible a los ojos... 

Cada cristal me recuerda que no debo cerrar los ojos, no debo soñar, o ellos estarán ahí para pincharme y devolverme a la realidad, pues son los añicos de lo ya soñado, de la ilusión perdida y rota, recordándome que no quieren volver a formarse, para que, otra vez, cuando se veían restaurados, volverse a romper.


lunes, 5 de noviembre de 2012

Dolor y duda

Sentimientos de duda, desesperación, y miedo me han inundado al ver que, por alguna extraño suceso, la tenue luz de esperanza que parecía darme algo de calor parece que se desvanece, se aleja de mi, y me veo en mitad de la oscuridad sin saber qué hacer para que regrese, sintiendo como el frío, que se había quedado a oscuras escondido como un animal que espera cazar a su presa, ha saltado sobre mí y me ha atrapado con sus garras, hiriendo mi alma...

¿Qué podría hacer para al menos alejar ese frío que envuelve mi corazón y perturba mis ojos con heladas lágrimas que parten mi cara? Desde alguna parte de mi interior sabía que iba a suceder, que era sólo una luz fugaz, como la de un coche que pasa sin pararse a preguntar si necesitas algo... Ese sentimiento oculto de invisibilidad ha vuelto a resurgir, parecía olvidado en un rincón, y de repente, aquí está de nuevo, mirándome fijamente y diciéndome que había sido una estúpida por creer que la luz se iba a quedar, que como otras veces, se iba a ir, durando más o durando menos, pero acabaría por marcharse...

Sólo quiero llorar, es lo único que deseo hacer, y lo único que parece que mi cuerpo está dispuesto a hacer, nada más parece calmarme, ni siquiera mirarme en el espejo e intentar buscar algo bueno que me ayude a encender una cerilla que me alumbre en esta oscuridad; no sé lo que veo reflejado, pero sé que no me gusta, pues los ojos sólo me enseñan un rostro con lágrimas, nada más...

Dolor, desesperanza, inquietud... de nuevo están aquí mirándome, resquebrajándome como si fuera un árbol viejo, haciendo que lentamente mis hojas secas se vayan para no volver, siendo cada hoja un sueño, una ilusión, que el frío envuelve y no me deja volver a ver, ni siquiera para despedirme, para verlas e intentar pensar que quizás, algún día, puedan volver a formar parte de mí...


martes, 23 de octubre de 2012

Cuéntame un cuento...

Quiero que esta noche me cuentes un cuento, háblame con voz serena, hipnotiza mi alma entre frases de leyenda, hazme olvidar la realidad por unos instantes y que crea que estoy a salvo entre tus palabras... Me da igual quién sea el bueno, y quién el malo en esta historia, que la bruja consiga su propósito, o que el bosque encantando sufra una maldición y deje de ser el más hermoso del mundo... Sólo quiero que me cuentes un cuento que me haga soñar con algo diferente, que me haga volar más allá de mis miedos, que disipe mis dudas y me haga sentir segura...

Puede que en esta historia la princesa no necesite ser rescatada, y que el valiente príncipe simplemente sea un cobarde que no merezca ser amado; Puede que los fantasmas no den miedo, que los caballos se hayan olvidado de correr y que las armas no sepan qué hacer;Puede que la magia sólo sea un truco barato que nos enseña juegos fáciles de cartas, que los castillos perdidos no sean más que fortalezas de edificios... puede que todo sea verdad, y no sea cuento, o que todo sea mentira, y sea una simple lección, pero me da igual, esta noche, sólo quiero que me cuentes un cuento que me haga sentir diferente, más viva, menos humana, más libre...

Quizás no me guste la historia porque sea de terror y me hagas temblar de miedo, quizás no sepas hacerla divertida y que acabe llorando por la pena, o riendo a carcajadas porque el mundo que acabas de inventar para mi sea absurdo, quizás me quede dormida antes de que llegue lo interesante, o que llegues al desenlace y quiera saber más cosas de tus personajes... pero esta noche me da igual, sólo quiero que me cuentes un cuento que me haga ver la vida de otra manera, sentirme especial por como soy, sin nada más...

No sé si te estoy pidiendo mucho, o es una tontería, ¡Fíjate en mí! que no sé si se me da bien esto de inventar historias, pero esta noche necesito que crees una para mi, no me importa que sea corta y que no tenga sentido, o que descubras tu lado más ingenioso y sea impresionante, nada de eso me importa, para mí, será la mejor historia jamás contada, que nunca estará escrita, y no sé si algún día llegarás a narrarme, pues es complicado que me escuches en el silencio sin ni siquiera ver mis labios pedirte que por favor, esta noche, me cuentes un cuento...



martes, 9 de octubre de 2012

Confianza rota...

¿Quiénes somos en realidad? Parece una pregunta sencilla, fácil de responder por muchos, pero en el fondo, todos sabemos que no es así, que en muchas ocasiones nos hacen dudar de nuestro verdadero yo, arrastrándonos hacia un sin fin de dudas...

¿Cómo ver esa realidad? La percepción nos juega malas pasadas, nos hace creer que vivimos situaciones que incluso podemos planificar, nos ofrece un futuro esperanzador, cálido, que nos hace pensar que por fin las cosas van a mejorar y que la vida se digna a volver a sonreírnos y brindarnos otra oportunidad para vivir lo que otros viven, para sentir los que otros sienten, y por una vez, no estar ocultos en una fría gruta... pero como ya he dicho, es todo una falsa imagen creada por la debilidad de nuestra alma en volver a creer en que todo va a ir bien, hasta que de repente, se cortan los hilos que nos mantenían en pie, cayendo en el profundo precipicio que nos lleva a la auténtica realidad: No había nueva oportunidad, no había nueva esperanza, simplemente, no había nada nuevo, y lo peor es que ya lo sabíamos, de alguna manera, siempre ha sido así; Nos miramos frente a un espejo, y sólo vemos trozos de lo que somos, imposibles de unir, imposibles de ver bien, salvo las lágrimas que juegan en nuestras mejillas, la cara de imbécil al pensar qué cómo era posible que las cosas fueran a cambiar, si pese a intentar cualquier cambio, la suerte ya abandonó esta alma hace siglos, que una vez más, se armó de confianza, y una vez más, la rompieron sin piedad...

¿Qué somos? ¿Qué nos lleva a confiar sabiendo que nos van a hacer daño? ¿Se refleja en nuestra cara la facilidad con la que se nos puede romper pese a poner mil barreras por delante? ¿Por qué soñar con las sensaciones que parecen tan comunes para el resto de las personas? ¿por qué nunca cambiará la suerte y se dignará a sonreírnos en algún momento?


lunes, 1 de octubre de 2012

Niebla dorada

Otoño, estación del año llena de matices dorados incrustados con gotas de lluvia, oro añejo y plata se mezclan bajo el sonido crujiente del viento entre los árboles y el cantar de la lluvia sobre el asfalto, acompañándose del aroma refrescante de la tierra y la hierba mojada. El ambiente poco a poco va refrescándose, el sol, cansado, cada vez brilla y calienta menos, arropándose entre las nubes que descargan lluvia y electricidad.
Cada gota derramada se mezcla con mis lágrimas, y mis sentimientos, aquellos que parecían haber muerto, resurgen entre la niebla y nublan mi vista, y lo que había empezado a parecer hermoso bajo los atardeceres veraniegos, ahora son tristes sombras borrosas que no se dejan ver en la distancia, sin distinguir matices, sin mostrar sus siluetas, sólo leves recuerdos sombríos de lo que fueron, y ahora, dañadas por el frío, hieren profundamente esos recuerdos.
En Otoño todo parece enfriarse: Los caminos, el viento, el corazón, el alma... bocanadas de anhelo surgen de mi boca, lágrimas heladas rasgan mis mejillas, y cada latido parece recordarme que soy parte de esa niebla que recorre el atardecer entre las doradas hojas, que al igual que ellas, crujen y sufren, son simples papeles secos, que caen del árbol, los arrastra el viento, y se olvidan en la lejanía, quedando como un susurro que lentamente se desvanece, hasta que ya no es nada, sólo el ruido de la tormenta que anuncia de nuevo lluvia...


lunes, 10 de septiembre de 2012

Acariciando la libertad

A veces todo parece ir muy rápido, vamos corriendo intentando que las horas parezcan más largas de lo que son, ocupando cada segundo como si no hubiera un mañana de la manera más vacía y tonta posible, sin pararnos ni siquiera a mirar a la cara a quien está delante en el semáforo, a veces sólo sabemos que es de día o es de noche porque el reloj lo marca o de repente nos damos cuenta que se han encendido las farolas que proyectan nuestras tenues siluetas... 

A veces sólo pensamos en aquello que tenemos que hacer, tachando de una gélida agenda actividades sin ningún sentido, importantes para vivir, pero quitando vida, hasta que de repente, un día, algo parece cambiar, y nos desviamos del camino sin motivo aparente, como si otra cosa guiara a nuestro subconsciente y nos lleva a un lugar diferente, no sabemos a dónde ni por qué, pero vamos a un lugar diferente, a una playa lejana, donde apenas hay gente, sólo el ruido de las olas.

Poco a poco el ocaso va cayendo lentamente tras el mar, proyectando una suave luz que nos parece la más brillante y hermosa que jamás hemos visto, suave y cálida, que nos devuelve a la auténtica realidad, sin prisas, sólo con el sonido del mar... cada ola nos refresca, nos llama a que la acariciemos, nos descalzamos y andamos lentamente por la arena, mojando los pies, cerrando los ojos, sintiendo cada instante, sabiendo que aunque en un rato hay que volver a la agenda, siempre habrá un momento para poder ir a aquella lejana playa y acariciar esa sensación de libertad, que es sólo nuestra, y de nadie más...

sábado, 4 de agosto de 2012

¿Qué harías para olvidar...?

La suave brisa veraniega despierta recuerdos olvidados, invoca desde las tinieblas todo aquello que se intenta ocultar con lágrimas y esfuerzo, y ahora, con una simple estacada, el trabajo se hace añicos en unos pocos segundos, cuando parecía que ya había salida, que se había conseguido abrir una pequeña brecha de auxilio consiguiendo calmar todo sentimiento, las piedras de la realidad vuelven a derrumbar y a sepultar los débiles cimientos que se estaban levantando...
Ando entre las pequeñas ruinas que había conseguido levantar con tanto esfuerzo, observo la decadencia que ha dejado la tenue intervención de la realidad, mirando mi reflejo en un pequeño charco  que me dice que la culpa es mía por seguir creyendo en la esperanza, por intentar retomar las cosas otra vez de manera errónea, por pensar que el ser humano es algo más que un trozo de carne que todavía puede sentir y hacer algo bueno.
¿Qué hacer para olvidar esas piedras y volver a empezar? ¿Qué hacer para no volver a recordar? ¿Qué hacer para olvidar qué es llorar? ¿qué hacer...?


lunes, 30 de julio de 2012

Tiempo...

Tic tac... el tiempo va pasando... tic tac... nunca se va a detener... tic tac, otro minuto ha pasado, otro segundo que jamás regresará, otro instante esfumado, otra hora perdida, sin poder recuperarla, pues ese reloj maldito no quiere dejar de hacer ruido, me mira de lejos y me sentencia con sus manecillas, recordándome que jamás se podrá retornar hacia atrás. Da igual que lo descuelgue, que intente arreglar cada una de sus oxidadas manecillas, y que espere a cambio el favor de volver hacia atrás el tiempo suficiente como para aprender a no sentir, a ser una piedra; no, en vez de eso, el continua haciendo su incansable ruido, tampoco tiene culpa, para eso fue creado, para marcar el imparable e inmortal tiempo, que nos recuerda cada día que nunca va a volver hacia atrás, pero tampoco puede decir el futuro.

Tic tac... daría cualquier cosa por parar ese ruido, por volverlo hacia atrás y cambiar tantas cosas, pero ya es imposible, y en el aire sólo se escucha el incesante tic tac...



sábado, 28 de julio de 2012

Alma errante

Al fin el mar de lágrimas consigue ahogar mi alma, dejándola agotada y vagando sin sentido, sabiendo que su lugar es ser como una estrella errante y solitaria, sin principio, sin fin, simplemente intentando sobrevivir en un agitado mundo que nunca conseguirá entender... 
Todas sus fuerzas se han apagado, ya no quedan ni las ascuas del antiguo fuego que impulsaba sus decisiones, ya no tiene nada por qué luchar, pues nadie le ha dado motivos para seguir luchando por algo que ni siquiera ha existido nunca; el intento por tener esperanzas ha convertido a mi alma en un ente frío y muerto, me ha convertido en un fantasma en vida, invisible al mundo, roto de sentimientos, vendiendo sus restos al mejor postor para crear la armadura más dura jamás conocida, y así, poder al menos seguir viendo desde la oscuridad lo extraño de un mundo al que raramente perteneceré.
Sombras, dolor, llanto... son los huéspedes de mi alma, han creado una fortaleza oscura que no permite la entrada de luz, ¿para que ver cuando no te van a ver? ¿para que escuchar cuando no te van a oír? ¿para que sentir, cuando nadie te va a sentir?
Dejo huellas en la arena, pero no dejaré camino, pues el mar borra mi destino y oculta mis lágrimas, saladas y frías, que bajo la luz de la luna, ya ni brillan ni purifican, sólo ahogan gritos y refuerzan el futuro errante.


martes, 24 de julio de 2012

Lágrimas

A veces las lágrimas son la única salida, no hay nada más que pueda aliviar, y a la vez, romper los delicados hilos que a duras penas han conseguido mantener la fuerza suficiente para no caer al andar, pero en un momento determinado, el camino ha cambiado, y los pies, cansados, van dejando huellas de sangre y dolor. No es un golpe fuerte, ni una caída lo que se siente, es un estallido de sufrimiento, como si se rompiera un gran cristal y cada fragmento se incrustara en la piel y fuera poco profundizando hasta el corazón, rompiendo desde dentro un alma marchita y muerta, cansada de luchar por nada, de gritar sin ser oída, de pasar entre las personas como un alma errante de la que nadie ve, ni sus lágrimas, ni sus cadenas...


viernes, 6 de julio de 2012

Aprendiendo...

He aprendido a vivir sin aire y sin corazón, estoy dejando que sus restos se vayan lentamente muriendo, sin opción a más oportunidad, renunciando a toda esperanza, ahogando sus gritos en salados mares de lágrimas, no permitiendo más latidos... en su lugar, colocaré un reloj para que el cuerpo inerte pueda continuar vagando sobre la arena, sin dejar huellas, intentando perderse pero sin lograrlo.
Todo parece la eterna tortura de un infeliz fantasma del pasado que intenta huir de él, pero no puede llegar al futuro, y vaga desesperado por el presente, arrastrando sus cadenas, evaporando sus sueños, deseando lo imposible, llorando sin que nadie le vea, chillando sin que nadie le escuche, sólo la soledad de la luna y el ruido de sus cadenas...

martes, 3 de enero de 2012

Sin parar de girar...

Todo parece girar demasiado rápido, como en un torbellino, los días nos arrastran sin apenas darnos cuenta del vacío que poco a poco se va creando hasta que, de repente un día, parece que nos paramos, vemos como el mundo sigue hacia delante mientras nos hemos ido volviendo grises y extraños. En ese momento nos miramos en el espejo y sólo podemos ver el reflejo de un espectro, sin brillo, sin esperanzas, sin nada... ¿Dónde están las sonrisas la verdad? con lágrimas miramos por la ventana, y no vemos personas, simplemente las sombras de lo que fueron e intentan reflejar que son, algunos ríen, otros hablan, pero en el fondo... ¿estarán igual de vacíos? entonces nos damos cuenta que es nuestro propio reflejo, nos hemos convertido en polvo al no intentar pensar como nosotros si no como los demás, toda imagen de humanidad la hemos perdido al querer lo que otros quieren, a no saber buscar nuestra propia estrella, simplemente girando y girando en un bucle que ya nos ha vaciado, y ahora nos deja a un lado, sin esperanzas, sin recursos, sólo con lágrimas...