domingo, 11 de noviembre de 2012

Esperando a la nada

Esperar, no me queda otra, parece una postura débil e inútil, pero es lo único que me apetece hacer: Liarme en una manta, mirar al más allá a ratos, y llorar cuando quiera, sentir los codos sobre las piernas y tapar mi cara una y otra vez... no quiero mirar ni que me miren, no quiero salir ni ver la luz, sólo estar liada en mi pequeña burbuja, que no es muy grande ni fuerte, pero es de lo único que confío ahora mismo. 

Intento buscar la luna a través de las lágrimas, haber si ella me da algún consuelo, pero parece ocultarse entre las nubes y la tormenta, creo que llora conmigo, también se sentirá sola allí arriba, sin nadie que la coja entre sus brazos, y preferirá ocultarse, por eso manda sus lágrimas en modo de lluvia...

¿Qué puedo hacer salvo llorar? Lo he intentado todo, he luchado hasta el final, y sin saber por qué me han derrotado; mientras más lo pienso para ver dónde ha estado el error, menos consigo aclarar las cosas, y sólo quiero liarme más en mi manta, en mi burbuja, y seguir llorando...


No hay comentarios: