A veces busco en mis brazos los signos de los hilos que parecen moverme en muchas ocasiones, deben ser muy finos, casi invisibles, que me llevan contra mi voluntad, y por más que me resista, más se aprietan alrededor de mis miembros. Me gustaría saber cómo poder cortarlos, deshacerme de ellos, para que me dejen libre por mi playa y mi vida, sin tener que correr cuando ellos digan, abrazar cuando yo lo desee, bailar bajo la luna a a entrada de mi cueva cuando me apetezca...
En estos momentos me siento presa del mundo, el cual dice que soy libre, pero me tiene atrapada entre sus invisibles hilos, me ata a su antojo, y me lleva donde quiere, porque quiere hacerme formar parte de la masa que se conforma con lo que le dicen, pero en mi interior, mi verdadero yo, grita desesperado desde su prisión, pues no quiere formar parte de una falsa imagen, no desea seguir siendo una triste marioneta, desea rebelarse, y aunque le sangren las heridas, y le cueste trabajo caminar, quiere librarse de estas crueles cuerdas que no le permiten vivir en paz...
Quiero volver a mi playa y mi cueva, sin dar más explicaciones que la que los hilos de mi vida sólo los domino yo, a mi manera, que quizás es la peor de todas, no será la mejor, pero es la que mi corazón desea.... No quiero seguir moviéndome en una sociedad que no me deja pensar a mi antojo, y me obliga a hacer lo que ellos quieren y a su manera, sin importarles si los resquicios de mi alma rota sufren o no, si entre sus heridas hay lágrimas, sólo quieren silencio y que obedezca órdenes... ¡Deseo liberarme!