martes, 3 de enero de 2012

Sin parar de girar...

Todo parece girar demasiado rápido, como en un torbellino, los días nos arrastran sin apenas darnos cuenta del vacío que poco a poco se va creando hasta que, de repente un día, parece que nos paramos, vemos como el mundo sigue hacia delante mientras nos hemos ido volviendo grises y extraños. En ese momento nos miramos en el espejo y sólo podemos ver el reflejo de un espectro, sin brillo, sin esperanzas, sin nada... ¿Dónde están las sonrisas la verdad? con lágrimas miramos por la ventana, y no vemos personas, simplemente las sombras de lo que fueron e intentan reflejar que son, algunos ríen, otros hablan, pero en el fondo... ¿estarán igual de vacíos? entonces nos damos cuenta que es nuestro propio reflejo, nos hemos convertido en polvo al no intentar pensar como nosotros si no como los demás, toda imagen de humanidad la hemos perdido al querer lo que otros quieren, a no saber buscar nuestra propia estrella, simplemente girando y girando en un bucle que ya nos ha vaciado, y ahora nos deja a un lado, sin esperanzas, sin recursos, sólo con lágrimas...