martes, 22 de diciembre de 2009

Feliz Navidad desde alguna parte...

Llega la Navidad, época en la que todo el mundo decide juntar sus deseos de paz y amor en unos breves días... Todos desean ser mejores en estas fiestas, y demostrarlo mediante miles y miles de regalos, pero pocos quizás recuerdan su verdadero origen.

Puede que no sea la persona más indicada para aconsejar que lo mejor para ser feliz es intentar siempre arrancar una sonrisa a aquellos que hace tiempo no sonríen; que los abrazos, al igual que las sonrisas, no cuestan nada darlos pero son de un valor incalculable; que los sentimientos de ayuda y las ganas de compartir y transmitir esa felicidad y alegría no deben durar sólo unas fechas concretas, si no todo el año...

Como ya he dicho, posiblemente no sea la mejor persona para intentar cambiar al mundo, pero al menos, intento aportar mi granito de arena, deseándoos a todos los que se pasen a leer este blog unas Felices Fiestas llenas de amor, un año repleto de deseos cumplidos, y una página en blanco en el libro de la vida para que se llene de esos sueños que están por venir.

Feliz Navidad

domingo, 12 de julio de 2009

Despedidas

Las despedidas, como todo en esta vida, pueden ser dulces o amargas, o en algunos casos, agridulces, porque existen palabras difíciles de decir en determinadas circunstancias, y una de ellas, es decir adiós sin saber cuándo volverás a ver a esa persona o a ese grupo, sin una fecha que indique un próximo encuentro, aunque sea fugaz, sin un lugar concreto que diga "aquí te espero"...
Es una palabra que dice mucho, y a la vez, tan poco... En un segundo hace recordar la hora concreta en la que alguna vez se quedó, el sitio que siempre se recordará por ser donde se esperó, una risa, un abrazo, o incluso lágrimas, que eran tan amargas en aquella ocasión, y ahora parecen tiernas en comparación con las que guardas con todas tus fuerzas para evitar que salgan...
Quizás el miedo a decir adiós es no saber qué pasará después, aunque todo siga, siempre se añorará algo, pero el temor al no haber un mañana parecido al día de hoy puede notarse en lo largas que se hacen algunas despedidas...

domingo, 5 de julio de 2009

Mi última batalla

En unos días todo habrá terminado oficialmente, y quizás, uno de los pocos sueños que pueda tener, se hayan hecho realidad, y me siento contenta, pues al menos he conseguido terminar algo, pero se han quedado tantas cosas en el camino, tantas ilusiones, que algunas ni esperaba perderlas...

Cumplo ilusiones, veo un futuro, pero en ese futuro, hay demasiadas incógnitas, y lo que he tenido que pagar por llegar a donde he llegado, creo que ha sido desbordado... He confiado demasiado, he ofrecido demasiado, y esperado más de lo que, en alguna parte de mi subconsciente, sabía que nunca iba a recibir, y así ha sido, confinándome de nuevo a seguir mirando en silencio al mundo, a esperar mi momento para actuar.

Las batallas perdidas son las que se libran sin causa, y a veces, luchar en tantas sin sentido hace que, desgraciadamente, sin saber por qué, en un momento importante, nadie de la cara por tí; no sabes por qué, pero es así, es un triste juego en el que sabes que siempre vas a perder, hagas lo que hagas... Me involucré en una batalla, y lo he perdido todo, luché por mi, y pero nadie más lo hizo, y así me quedé, sola en un mar de dudas y dolor, pues puse una sencilla prueba, y nadie quisó hacer nada, demostrando más con el silencio que con mil palabras.

El daño ya está hecho, era un final concertado donde ya se sabía, por desgracia, lo que iba a pasar, pero me quedan muchos meses para reflexionar entre libro y libro, y esta última batalla hasta Enero la voy a librar sola, sin buscar aliados, pues es mi futuro lo que apuesto, y nadie me va a detener...

Tengo una causa por la que luchar, tengo un futuro por el que arriesgarlo todo, y merece la pena, pues he aprendido del dolor, y las cosas han cambiado mucho, y si nadie lo quiere ver, eso ya no es problema mío, pero que ya no vuelvan a buscar a mi antigua yo, que esa, desapareció.

lunes, 18 de mayo de 2009

Ilusiones rotas

A veces la ilusión es el peor enemigo, cubre los ojos de una dulce imagen, impidiéndonos ver lo que ocurre fuera de ese cristal multicolor, de forma que cuando se rompen, rasgan todo aquello que parecía medio brillar en mitad de la nada, de forma que todo vuelve a ser aún más oscuro, sin nada que me guíe hacia donde ir, recordándome a gritos en la cabeza que por qué me debo ilusionar, si cada ilusión se va como llegó, dejando dolor a su paso, dejando lágrimas que ahogan a un pobre corazón que cada vez va latiendo más despacio, porque debe aprender que la ilusión no está a su alcance, sólo la realidad que le hiere sin parar...

jueves, 7 de mayo de 2009

¿qué hacer?

El mundo es un lugar extraño, lleno de misterios, pero sobre todo, de afilados cuchillos de doble cara capaces de herir sin llegar a matar, provocando una muerte lenta y doloroso, enfriando los sentimientos que hacen que el ser humano sea lo que es, convirtiéndolo en una roca fría y sin sentido, sin capacidad para intentar de nuevo preocuparse por el exterior, inmerso en su propio océano, y perdido entre sus propios miedos...
A fin de cuentas, puedes sacrificarte por el mundo, y en la vida, podrás hacer miles de cosas buenas, pero no esperes que el mundo te las reconozcas, pues éste, sólo estará atento para sacar a la luz aquellos defectos y errores que cometas, utilizándolos como arma para matar aquellas cosas buenas que tanto esfuerzo te han costado, haciendo que cada lágrima derramada duela más y sea más difícil de curar que cualquier herida, por pequeña que sea, y pasando el tiempo, el dolor se convierte en algo mucho más peligroso: Indiferencia, el no importar ya nada, dando igual que las cosas que hagas sean buenas o malas, pues el mundo, sólo será capaz de ver las malas, de forma que les quita valor a las buenas, convirtiendo ese hermoso y frágil trabajo que es el ser humano, en otra estatua de piedra más circulando por la calle, sin sentir, sin padecer, llorando en silencio...
¿qué hacer cuándo nadie ve tus lágrimas? ¿qué hacer cuándo empiezas a ver que ya no sientes nada? ¿Qué hacer con el mundo... seguir luchando? ¿qué hacer...?

sábado, 28 de marzo de 2009

La teoría convertida en realidad

La línea de investigación científica se puede aplicar perfectamente en la vida real, siguiendo las mismas pautas y elaborando una hipótesis, sobre la cual, se realizan los experimentos y se aplica la teoría, y se observa si se cumple o no la hipótesis, aplicando así el método científico tan bien conocido...
En la vida, muchas veces, tenemos que ser un investigador pasivo, un observador, sin llegar a intervenir para nada en la investigación, pues ese es nuestro experimento, saber qué pasa cuando no intervienes en la vida y te retiras a las sombras, pero mirando a tu alrededor, calculando cada silencio y anotando cada hecho, o la ausencia de los mismos.
Lo malo de realizar hipótesis es que muchas veces sabes que son realidad, pero llega un momento que decides aplicar todo el método para verificar que, efectivamente, la teoría que había en mente es una clara realidad, dura y fría como una piedra, capaz de herirte como la puñalada más mortal y romperte en mil pedazos dejando un vacío en el interior, tan profundo, que provoca un dolor tan grande que nada parece aliviarlo.
Cuando descubres a través de las sombras que el mundo sigue girando sin tí, que es como si solo hubiese sido un suspiro que ha pasado, piensas de verdad si ha podido de alguna manera olvidarte, te intentas mirar en un espejo, y sólo ves una mirada idiota que te hace sentir peor, pues has estado pendiente del mundo, y cuando no estás sobre él, se escapa de tus manos y ya no quiere saber más de tí...
Es doloroso ese vacío, esa extraña sensación que no se puede explicar con palabras pero las lágrimas reflejan empañando los ojos, da igual que haga sol o frío, da igual salir a la calle sin un paraguas, pues el vacío es tan grande que ni las gotas parecen mojarme, aunque a los cinco minutos esté empapada... voy por la calle como una sombra, sin hablar, parece un pacto con los fantasmas, que me hagan invisible para ver qué pasa a mi alrededor y sin poder intervenir, quizás así consiga hacerme de piedra o convertirme de verdad en alguien invisible, quizás cuando todo sea vacío, ya no sea capaz de sentir, pero por ahora, seguiré viendo a través de mis tinieblas, quien quiera hacer una visita que la haga, pero hasta que no termine mi teoría, no podré salir a la realidad sin que ésta me vuelva a herir con sus verdades que antes me negaba a ver, pese a estar ahí siempre.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Dulce oscuridad

No puedo decir cuándo empezó todo, la exactitud es tan despreciable que es una tontería hablar de ella, sólo puedo decir que poco a poco todo ha ido empezando, o mejor dicho, terminando... La tinta con la que parecía escribir mi vida se ha secado, la vela que me daba luz se ha apagado con una brisa que fue aumentando su fuerza hasta ser un huracán que ha arrasado con todo lo que había a su paso, lanzando todos los trozos contra mi pecho y rompiéndome como un cristal.
La peor de las pesadillas es aquella en la que intentas negar lo evidente, intentando crear otra realidad en la imaginación, pero cuando esa burbuja se rompe, te encuentras con todo aquello que veías a través de un cristal, y que creías que nunca iba a traspasar, pero estaba ya dentro, contigo, llenando el espacio hasta romperlo, y de algún modo lo sentías...
Hay ciertas cosas imposibles de describir, quizás el mismo miedo a confirmar la subjetividad y a ver de una vez como tienes que reducir tu mundo a una pequeña bola negra, porque la luz molesta, la creencia en la esperanza de que las cosas van a cambiar se ha disipado totalmente, y sólo me queda oscuridad alrededor, una dulce oscuridad que parece entenderme y expresar el vacío terrorífico que me golpea.
He estado a la luz, y ésta me ha hecho daño, me he dejado ver, y ha sido mi tortura, obligándome a ocultarme bajo un oscuro manto, indefensa frente al mundo, mirándolo desde fuera, y entrando en él lo justo para sobrevivir, cerrando las puertas a mi pequeña burbuja para poder llegar a mi meta sin que me destruyan más, pues cuando ya no te queda nada en el interior, y el cuerpo es sólo un triste muñeco que se pasea por la calle, cualquier cosa puede herirte más aún, abriendo las heridas que poco a poco se intentan cicatrizar...
Por ello, me intento desvanecer en la dulce oscuridad, que me arropa sin preguntar, aunque sea fría y silenciosa, pero no ofrece hostilidad, me permite estar a salvo, y continuar... algún día espero volver a abrir la ventana para que entre luz a mi pequeña burbuja, pero por ahora, prefiero seguir perdida entre las sombras.

domingo, 8 de febrero de 2009

El final y el principio ya llegó

Después de casi 6 años de dedicación casi exclusiva a los estudios, por fin se ve la salida, y es que, en determinados años de la carrera, parece que en cualquier momento te vas a estancar, y no vas a conseguir salir hacia delante y terminarla por fin...
Han sido 6 años de intenso trabajo, estudiando duramente, temblando ante las temidas épocas de exámenes, de los cuales, he aprendido que nunca puedes medir realmente tu esfuerzo en relación con la intensidad con la que has estudiado, y que siempre habrá alguien que haga menos que tú, pero consiga muchísimos mejores resultados (todo por tener una "vía alternativa" en la carrera).
Cada febrero y junio ha tenido sus recompensas y sus decepciones, con obstáculos de todo tipo a lo largo de los meses, pero finalmente, después de tantos malos ratos, llegas al final, y no te lo crees... en el momento que haces el último examen, y ya te dicen que se acabaron, que no vas a volver a examinarte más allí, por un lado te da una alegría inmensa, y también un poco de pena, porque no volverás a tener la complicidad y el colegueo que tenías con los amigos en clase y en las prácticas, pero por otro lado, estás deseando empezar por fin a conocer el hospital de verdad, a poder de verdad ir implicándote en el día a día y a vivir de otra manera, nuevas situaciones y horarios...
Posiblemente la siguiente meta sea el MIR, el "gran examen", por decirlo de alguna manera, pero por ahora, quiero seguir un poco más en mi alegría de que he empezado ya mi periodo de prácticas, y que puedo estar muy contenta del equipo con el que me ha tocado aprender en esta primera pequeña etapa, todos muy atentos, preocupados por enseñarte, y tanto médicos, como residentes, haciendo un pequeño hueco para una novatilla...

sábado, 3 de enero de 2009

2009

Podría dar 2009 razones para cambiar este año, y otras 2009 para no hacerlo... podría pedir 2009 deseos para el mundo, o proponerme hacer 2009 cosas antes de que acabe el año...

Puedo decir y desear muchas cosas, como principio de año que es, puedo hacer una lista con todo aquello que quiero pedirle a este año que empieza, pero no puedo engañarme, cuando sé perfectamente que nada se cumplirá...

Todos los años me prometó que intentaré no equivocarme, que remendaré los errores, que procuraré no buscarme problemas; pero para nada sirve, pues cada vez me equivoco más, cometo más errores, y la montaña de problemas consigue ahogarme lentamente.

Con todo esto, ¿Qué puedo pedirle al 2009? me encantaría pedirle tantas cosas, pero los planes nunca salen, por lo que, no voy a pedirle amor, dinero, salud y suerte, que es lo típico, simplemente voy a pedirle fuerzas para sobrevivir día a día, fuerzas para de alguna manera acabar cada cosa que empiece, fuerzas para que las pesadillas no se hagan realidad, y fuerzas para, de alguna manera, dejar de ser como soy.

No soy egoísta, y quizás a modo de ruego, sí le pediría un pequeño esfuerzo a cada persona por intentar arreglar el mundo, puede que pida mucho, pero en verdad no es tanto, pues si cada uno colabora, y aporta su granito de arena, se puede formar una gran montaña.

Quizás estas peticiones para el año nuevo sean raras, pero si cada deseo fuese un pétalo, en estos momentos sería una flor marchita, por lo que prefiero dejar de soñar 2009 veces, olvidar qué era aquello de pedir 2008 deseos, y aprender que en esta vida los cuentos nunca se hacen realidad...