lunes, 31 de diciembre de 2012

Supervivencia para el año nuevo

A escasos minutos del nuevo año, y aquí sigo, en la gruta infernal, quisiera pensar que todo va a cambiar en este poco tiempo que queda, que voy a poder salir de ella, pero está claro que a estas alturas y a tan escaso tiempo de terminar el año, ya al menos, en este que termina, es imposible...

Podría desear lo que siempre se desea en estos casos: Paz, amor, salud... en fin, los clásicos, y es que no quiera desearlos, los deseo con todas mis fuerzas a todas y cada una de las personas que conozco, que no les pase nada malo, que los que no tienen trabajo encuentren, que las faltas de dinero sea resueltas, pero lo único para mi que voy a pedir es seguir sobreviviendo, no voy a intentar cambiar al mundo, ni a las circunstancias, sólo, y simplemente, sobrevivir.

martes, 25 de diciembre de 2012

Tiempo de paz

Han llegado las navidades, y se supone que con ellas, tiempo de paz y de descanso, reunión y familia, amor y tranquilidad... No sé si reuniré todos los requisitos para estas fiestas, de si, ahora que finaliza el año y me pongo a pensar, habré cumplido o no todos mis objetivos y promesas que el año pasado me hice, aunque puede que la memoria me juegue malas pasadas, porque no recuerdo ninguno.

Otros 365 días están a punto de terminar de pasar ante mis ojos, los cuáles, ya parece que se han cansado de llorar tanto, y poco a poco van vislumbrado algo más que la oscura cueva en la que se condenaron a vivir en los últimos tiempos, aunque todavía tengo miedo de salir fuera de ella, no quiero mudarme aún, pues creo que al mínimo contratiempo voy a sentirme en un abismo del que no podré evitar la caída, y en ese momento, entonces, será imposible volver atrás... Daré pequeños paseos viendo como baten las olas, y al rato regresaré a la paz de mi oscuridad; puede sonar egoísta, pero es lo que en estos momentos más necesita mi alma, que a paso de tortuga, va reconstruyéndose.

No quiero volver a caer en el agujero del dolor, sí, sé que puede esperarme mucho dolor en el año que entra, al igual que cualquier persona, pero quiero estar preparada, forjar una armadura un poco más fuerte... En algún momento desearé volver a soñar, pero con la certeza que sólo serán pensamientos en mi cabeza que no saldrán de su ósea caja... Quizás quiera de nuevo ver algo bueno en el ser humano, pero sabiendo de antemano que al igual que existen pequeños gestos que llegan al alma, otros más malvados e insignificantes pueden atravesarla, con lo cual, ver sin confiar...

¿Volver a amar? Lo dudo mucho, le he dado unas largas vacaciones a mi corazón, quería desterrarlo, pero tampoco tiene culpa de muchas cosas que con la cabeza le he ordenado ni que sea tan fuerte cuando le dejo hacer lo que quiere, así es y no voy a cambiarlo, así que por ahora, le voy a dar este tiempo de paz, no quiero sentir nada, por muy egoísta que suene, sólo quiero, aprovechar que son fechas para recapacitar, darme un tiempo de paz.


sábado, 1 de diciembre de 2012

Vendo corazón

Cada vez que intento olvidarte, vuelves a mi mente golpeando con tus palabras, y otra vez, vuelvo a sentirme idiota, creyendo y luchando a la vez, pero no soy lo suficientemente fuerte, y vuelvo a llorar, a mirarme en el espejo, y ver ese estúpido reflejo que se ríe de mi, soy y no soy yo, veo una cara fea, una melena totalmente despeinada, unos ojos inyectados en sangre y muy inflamados, manando ríos y ríos de saladas lágrimas que dejan las mejillas empapadas... Bajo todo eso parece que estoy, pero no soy la misma.

Todavía sigues atormentándome, en silencio y sin estar, pero tus palabras alimentan todavía a mi ser, pero lo mínimo, manteniéndome sin fuerzas, nublando mi vista, envolviéndome en una oscura capa que me aísla de todo... Lo poco que ha quedado de ti es como el veneno, que con sólo un par de gotas, una vez que entra en el cuerpo, es mortal.

Definitivamente vendo mi corazón, no sé si servirá de mucho con lo gastado y apaleado que está, quizás le sirva a alguien para darle de comer a su perro, o para intentar ponerle algunos parches e inflarlo como un globo y ponerlo a volar, de un lado a otro, o lo deje suelto para que vaya vagando libre como un pájaro herido.

No haré un cartel muy grande, pues creo que en vez de venderlo voy a donarlo, lo único que voy a pedir a cambio es no volver a sentir, y que recoja esos restos inútiles quien quiera, ya me da igual que sea buena o mala persona, sólo quiero que lo quiten de mi vista y no volver a sentir más... A lo mejor lo recoge alguien que lo deja en su casa en una esquina olvidado, o quizás un niño que lo utiliza como cebo para cazar cosas, o quizás.... no, no creo... quizás... alguien que sepa arreglarlo para que sepa de nuevo como latir...