Cuando las cosas parecen ir bien, de repente, como un hachazo, la confianza que depositabas en una persona se ve rota, dejándote en una situación de choque de la que, al principio, no sabes cómo reaccionar, una mezcla de rabia y dolor van creciendo en tu interior, hasta que explotan todos esos sentimientos y te dejan en el vacío, sin más camino que recorrer, con todo destrozado, tanto el andado como el que estaba por delante...
Existen muchas formas de ser, pero quizás, la más odiosa, es la de los hipócritas, seres vacíos de conciencia, que se encargan de llenar su alma a consta de las de los demás, sin escrúpulos a la hora de manejar las cosas, sin sentir pena ni dolor por utilizar a las personas y desecharlas como si fuesen un periódico viejo o un pañuelo usado...
Dolor y rabia, mala combinación para intentar pensar, pues cuando las lágrimas se secan por el calor que desprende la rabia, ésta se ahoga en las lágrimas que vuelven a resurgir, de manera que nada está claro, excepto la certeza de que te ya estás en el camino sin nadie que te acompañe cuando has ayudado a otros a caminar por ese mismo sendero y sabes que necesitas ayuda para seguir...
Todo se nubla, corazón, vista y movimientos, sólo miras al camino roto delante, y al borrado detrás, sin creer que pueda ser verdad que te hayan utilizado, engañado y ahora no vean el destrozo que han hecho con sus frías mentes y deseos de superioridad, ¿y todo para qué? ¿para conseguir algo? Si el mundo funciona a base de hipocresía, ¿quién dice la verdad? ¿en quién podemos confiar?
Existen muchas formas de ser, pero quizás, la más odiosa, es la de los hipócritas, seres vacíos de conciencia, que se encargan de llenar su alma a consta de las de los demás, sin escrúpulos a la hora de manejar las cosas, sin sentir pena ni dolor por utilizar a las personas y desecharlas como si fuesen un periódico viejo o un pañuelo usado...
Dolor y rabia, mala combinación para intentar pensar, pues cuando las lágrimas se secan por el calor que desprende la rabia, ésta se ahoga en las lágrimas que vuelven a resurgir, de manera que nada está claro, excepto la certeza de que te ya estás en el camino sin nadie que te acompañe cuando has ayudado a otros a caminar por ese mismo sendero y sabes que necesitas ayuda para seguir...
Todo se nubla, corazón, vista y movimientos, sólo miras al camino roto delante, y al borrado detrás, sin creer que pueda ser verdad que te hayan utilizado, engañado y ahora no vean el destrozo que han hecho con sus frías mentes y deseos de superioridad, ¿y todo para qué? ¿para conseguir algo? Si el mundo funciona a base de hipocresía, ¿quién dice la verdad? ¿en quién podemos confiar?