La de giros que da la vida, y como suele decirse, en caliente las cosas no pueden pensarse, lo mejor es ir dejando enfríar las ideas, de forma que, al estímulo adecuado, salte la chispa que indique cuál puede ser el mejor camino a seguir, que a veces, puede surgir de la idea más remota y diminuta que teníamos en la cabeza, la típica idea que aparece de repente, y desechamos a los pocos segundos porque nos parece una locura enorme, pero es que muchas veces grandes hechos de la humanidad se han desencadenado por pequeñas locuras, y referente a la vida personal, esas locuras pueden ser una solución a muchos problemas.
No quiero precipitarme a pensar, o a tomar una decisión sin tener todas las cartas sobre la mesa, no quiero seguir al conejo blanco y perderme en un País de las Maravillas sin salida, si debo visitar dicho país, al menos, espero encontrarle alguna salida, que las locuras están bien, pero no deseo terminar con la cabeza cortada por la reina de corazones, y que eso no tenga después solución ninguna, pues demasiado doloroso es pensar con tantas cosas a cuesta, para después encontrar un futuro más doloroso todavía, aunque claro, el don de la adivinación, por suerte o desgracia, no lo poseo.
Otra cosa de este tipo de locuras es que la discrepción lo es todo, si proclamas tu idea a los cuatro vientos, sólo puedes conseguir que se convierta en una aburrida idea que muchos pueden intentar copiar, consiguiendo que, además de un enojo tremendo, no consigas llegar a tu meta.
En resumen, los dos puntos claves son:
1. Locura controlada
2. Locura silenciosa
No quiero precipitarme a pensar, o a tomar una decisión sin tener todas las cartas sobre la mesa, no quiero seguir al conejo blanco y perderme en un País de las Maravillas sin salida, si debo visitar dicho país, al menos, espero encontrarle alguna salida, que las locuras están bien, pero no deseo terminar con la cabeza cortada por la reina de corazones, y que eso no tenga después solución ninguna, pues demasiado doloroso es pensar con tantas cosas a cuesta, para después encontrar un futuro más doloroso todavía, aunque claro, el don de la adivinación, por suerte o desgracia, no lo poseo.
Otra cosa de este tipo de locuras es que la discrepción lo es todo, si proclamas tu idea a los cuatro vientos, sólo puedes conseguir que se convierta en una aburrida idea que muchos pueden intentar copiar, consiguiendo que, además de un enojo tremendo, no consigas llegar a tu meta.
En resumen, los dos puntos claves son:
1. Locura controlada
2. Locura silenciosa
2 comentarios:
en lo personal me gusta mucho la locura por que te atreves a hacer cosas diferentes y divertidas que cuando te acuerdas eres feliz
Opino lo mismo que tú, la locura le da un toque diferente a la vida y hace que sea totalmente diferente...
Gracias por leerlo y opinar ;)
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