domingo, 3 de marzo de 2013

Ahogándome en la responsabilidad

Si además de estar en blanco, veo que la lista de tareas empieza a acumularse hasta el punto que me siento como si estuviera en mitad del mar en plena tormenta, sin nada a lo que poder aferrarme, y cada vez, las olas empujándome más hacia el fondo, donde me rozan los corales de las responsabilidad y la voz de la conciencia se convierte en rocas que me golpean la cabeza por no poder asumirlo todo, es cuando quizás, en ese momento, necesite pararme y dejarme llevar a la deriva...

Puedo intentar luchar contra corriente, pero es demasiado fuerte; puedo intentar gritar, pero el agua de las tareas ahoga mis pulmones, y me cubre ya muy por encima de mi altura... ¿Qué puedo hacer? Intento bracear, subir, pero mientras más me muevo, más me hundo y me estrello contra las rocas del fondo, llegando a sangrar lágrimas de impotencia, mientras me golpeo una y otra vez, y las pequeñas heridas del coral escuecen con la sal del mar y mis lágrimas...

¿Qué puedo hacer? Me estoy ahogando sin tener agua, siento cadenas que tiran de mi hacia el fondo pero no las veo, algo me oprime el pecho y no consigo liberarme de la nada... Sólo se me ocurre una cosa, dejar de moverme, quedarme quieta e intentar que las olas me lleven a otro puerto, o al menos, esperar que las mareas se calmen para continuar mi cometido.



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