No puedo decir cuándo empezó todo, la exactitud es tan despreciable que es una tontería hablar de ella, sólo puedo decir que poco a poco todo ha ido empezando, o mejor dicho, terminando... La tinta con la que parecía escribir mi vida se ha secado, la vela que me daba luz se ha apagado con una brisa que fue aumentando su fuerza hasta ser un huracán que ha arrasado con todo lo que había a su paso, lanzando todos los trozos contra mi pecho y rompiéndome como un cristal.
La peor de las pesadillas es aquella en la que intentas negar lo evidente, intentando crear otra realidad en la imaginación, pero cuando esa burbuja se rompe, te encuentras con todo aquello que veías a través de un cristal, y que creías que nunca iba a traspasar, pero estaba ya dentro, contigo, llenando el espacio hasta romperlo, y de algún modo lo sentías...
Hay ciertas cosas imposibles de describir, quizás el mismo miedo a confirmar la subjetividad y a ver de una vez como tienes que reducir tu mundo a una pequeña bola negra, porque la luz molesta, la creencia en la esperanza de que las cosas van a cambiar se ha disipado totalmente, y sólo me queda oscuridad alrededor, una dulce oscuridad que parece entenderme y expresar el vacío terrorífico que me golpea.
He estado a la luz, y ésta me ha hecho daño, me he dejado ver, y ha sido mi tortura, obligándome a ocultarme bajo un oscuro manto, indefensa frente al mundo, mirándolo desde fuera, y entrando en él lo justo para sobrevivir, cerrando las puertas a mi pequeña burbuja para poder llegar a mi meta sin que me destruyan más, pues cuando ya no te queda nada en el interior, y el cuerpo es sólo un triste muñeco que se pasea por la calle, cualquier cosa puede herirte más aún, abriendo las heridas que poco a poco se intentan cicatrizar...
Por ello, me intento desvanecer en la dulce oscuridad, que me arropa sin preguntar, aunque sea fría y silenciosa, pero no ofrece hostilidad, me permite estar a salvo, y continuar... algún día espero volver a abrir la ventana para que entre luz a mi pequeña burbuja, pero por ahora, prefiero seguir perdida entre las sombras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario