sábado, 30 de noviembre de 2013

A contracorriente...

Es difícil caminar, y todavía más complicado avanzar cuando te das cuenta que vas a contracorriente, obligándote a entrar en callejones oscuros, silenciosos, desde los cuáles se ve el bullicio, el ir y venir de las personas… Intento de nuevo volver a la calle, caminar con los demás, pero tome la dirección que tome, parecer ser la inadecuada, la que de nuevo me arrastra al callejón solitario.

Camino y camino, pienso y pienso, y quizás ese sea mi destino, no ir con ninguna corriente, no estar en ningún sitio, pasar por las vidas de las personas sin dejar huella, sin que me vean, siendo sólo el fantasma que va contracorriente…

Es doloroso desear lo sencillo, tener el anhelo por aquellas cosas que los demás no valoran y dan por sentado, tan fácil para ellos, tan imposible para mí, que debo aprender a vivir entre mis lágrimas, a caminar aguantando los empujones y que me esquiven por ir a contracorriente.

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